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En construccion
 
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¿Por qué no pudo seguir siendo Estación de trenes?

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Resulta que del Puente Blanco para acá, la pendiente de bajada es muy pronunciada. Entonces, como los ferrocarriles de acá no estaban tan adelantados en la cuestión de frenaje,... no frenaban en la estación.
Había trenes que se alzaban, que se dice, unos que la máquina no podía detener.... se iban para Balde. ¡Allá iban a parar!
Todo eso ha influido, porque los trenes se alzaban mucho, la pendiente era muy grande. La diferencia no me acuerdo cuánto es, pero es mucha. Es mucha la diferencia que hay desde Donovan a San Luis y hasta Balde. Ese fue el motivo.
Yo entiendo todo esto porque yo soy maquinista y me doy cuenta porque yo también he conducido un tren. A veces que el tren era deficiente y he tenido que tener muy mucho cuidado y no darle tiempo que el tren se alce.

(Don Américo Piscitelli)

Los trenes no podían parar acá, pasaban por acá pero no podían frenar, daban vuelta allá abajo (refiriéndose a Avda. Lafinur y España), paraban donde frenaban, no más. Algunos iban a parar a Balde....
Por eso hicieron la estación linda en la Avda. Lafinur...

(Carmelo Sindoni)


HOY

Hoy Fachada U.N.S.L - Fotografía tomada desde el mismo ángulo  que la de la Fachada  de la Estación-
AYER

Fachada de la Vieja Estación en estado de abandono
Hoy Jardines U.N.S.L - Fotografía tomada desde el mismo ángulo  que la del Andén -
Andén de Vieja Estación en estado de abandono

Más allá de su carácter imponente para una ciudad pequeña que comenzaba a transitar la transformación de aldea española de barro a ciudad moderna; la estación era sobria, con estructura de hierro y material cocido (corroborado por la dificultad para demolerla).
No se caracterizaba por los adornos y la decoración, siguiendo quizá los lineamientos que consideraban inútil adornar las estaciones de tren ya que eran lugares de paso, donde las necesidades del pasajero se ligaban con transitar y salir rápidamente del lugar y no detenerse a contemplar y admirar.

La composición edilicia de la vieja estación era ecléctica, ya que no respondía a un estilo único sino a una combinación de elementos de diferentes estilos. Pertenece a la corriente del academicismo ítalo-francés del siglo XIX. Esta corriente se llama academicista porque observa con rigor las normas clásicas que se refieren a los tratados renacentistas que se hacían en las Academias de Bellas Artes de Europa.
La presencia ítalo-francesa en la construcción, se corresponde con la influencia arquitectónica de la época en los edificios públicos y en la construcción doméstica.


U.N.S.L. vista calle Italia

Antigua calle Italia. Al fondo la estación.
 

Juegos en la Estación

¡Sabe cómo jugábamos! ¡Ay, no se imagina! Tomábamos la zorra por cuenta nuestra... y hacíamos de todo. Íbamos a jugar. Éramos tres mujeres y después los tres varones....Nosotros tomábamos las vías del ferrocarril y la acequia, esa que corre acá, nos llevaba hasta los sauces que están más o menos a una cuadrita nada más del Puente Blanco. Y nosotros nos íbamos a desayunar con las amigas mías, las chicas Flores de enfrente.
Pasaban los linyeras y nosotros no le teníamos miedo a nada. Esa era la vida que teníamos...


(María Abdala)


El predio de la Estación era un lugar de paso

Por la calle Almirante Brown hacia la España sabía pasar una de guardapolvo blanco, siempre me acuerdo, esa debía haber sido enfermera del psiquiátrico, estaba el psiquiátrico ahí... y esa señora pasaba y pasaban los policías de la Segunda que estaba en la Justo Daract y después se llenó de gitanos. Había carpas por todo el andén, donde es la terminal, todo se llenó de gitanos.


(Señora de Pereira refiriéndose a la época en que vivía con su familia en la Vieja Estación, entre 1951 y 1953)


U.N.S.L. vista calle Justo Daract

Antigua calle Justo Daract. Al fondo galpones y estación.

Gente que vivía en la estación

La estación quedó en desuso y la empezó a usar gente pobre que venía y se adueñaba. Le hacían fuego adentro, la rompieron, se robaban los vidrios, se robaban las puertas, las ventanas, como ahora.

(Don Américo Piscitelli)

Después la estación pasó a ser un conventillo, pero le puedo asegurar que hubo gente, profesionales, médicos, doctoras, los que yo conozco, que sus padres han vivido ahí. O sea, era gente con una mentalidad y una cultura bastante afianzada a la posteridad, gente que hoy tienen campos... no era gente abandonada, tenían sus buenas costumbres...

(Eduardo Flores)

Nosotros nos fuimos ahí porque alquilábamos una pieza y con una tormenta grande se nos llovió... y era un pantano. Nos debemos haber enterado que podíamos ir a la estación por el Subjefe de bomberos, el Sr. Salinas, que debe haber hecho los trámites para podernos ir ahí... Cuando nos fuimos estaba abandonado lo de arriba, habían llevado a otra viejita en la misma situación que nosotros... la pieza que yo ocupé no tenía puertas y la ventana estaba hecha pedazos... La mayoría que vivía ahí eran ferroviarios, ellos trabajaban en el ferrocarril, en eso de la vía, en la cuadrilla y a nosotros no nos querían mucho. A mi me decían la señora del bombero, porque él estaba en los bomberos... también vivía una viejita y después ya nos envidiaron, le avisaron a uno que estaba en la casillla del ferrocarril, ahí en la estación vieja, “vos sabés, hay un matrimonio que no es ferroviario” y ahí nomás se arrreglaron y se fueron a la estación.

(Flia. Pereira)


Galpón del Ferrocarril

Spedaletti, ese hombre que vivía ahí, a veces nos solía correr y nos asustaba con una escopeta porque no lo dejábamos dormir la siesta. Jugábamos a la pelota ahí en esos galpones. Ahí gritábamos, peleábamos, hacíamos de todo.

(Don D’Amico)


Cancha Colón

Cuando era la cancha Colón, era un estadio hermoso, venían equipos de Buenos Aires, de varias partes, de toda la República, se hacían los partidos provinciales, entre las provincias
Cuando entraba a la cancha era gratis porque iba a prestar servicio del cuerpo de bomberos. Pero cuando estaba franco nunca pagaba porque me sentaba en la terraza de la estación con alguno mientras tomaba mate y veía los partidos

Cancha Colón

Se veía todo, todo, todo si es cerquita ¿cuanto habrá sido? cincuenta metros cuando más.

(José Pereira, refiriéndose a la época en que vivía con su familia en la Vieja Estación. Entre 1951 y 1953)


Demolición - Noviembre 1966 -
[ VIDEO ]

Video "Entrevista Flia. Pereira"
" No están demoliendo la estación, ESTÁN MATANDO LA HISTORIA" - Afirmación de una vecina a su hija.

   
Universidad Nacional de San Luis